Mi Historia

La vida no es una línea recta, ¿verdad? Si algo he aprendido, es que nuestros planes rara vez siguen el camino que habíamos imaginado. Y mi historia, tanto de fe como de educación en casa, no es la excepción.

Hace 22 años, entregué mi vida a Jesucristo, mi Señor y Salvador. Esa decisión ha sido la brújula que ha guiado cada paso desde entonces. Junto a mi esposo, que sirve como pastor, formamos una familia con tres hijos maravillosos. Nuestra travesía educativa ha sido todo un aprendizaje. Divido nuestra historia en tres etapas, cada una marcando un antes y un después en la manera en que entendemos la educación y el crecimiento integral de nuestra familia.

El colegio: La etapa tradicional

Cuando llegaron nuestros pequeños, los inscribimos en un colegio bilingüe de alto nivel, convencidos de que estábamos tomando la mejor decisión para su educación. Durante años, seguimos el camino que muchos siguen: el colegio tradicional. Escuelas, uniformes, horarios, tareas… aunque en el fondo siempre me había llamado la atención la idea de la educación en casa. Sabía que existía, pero honestamente no conocía mucho al respecto, y tampoco había otras familias cercanas que lo hicieran. Así que seguía siendo ese “plan B” que guardábamos en el fondo del cajón.

El giro inesperado: La pandemia

Y luego, el mundo cambió. Todos lo vivimos: llegó la pandemia y de un día para otro todo cerró. El colegio también. Fue un tiempo extraño, de incertidumbre, pero también de reflexión. A través de la educación virtual, empecé a ver con más claridad lo que nuestros hijos realmente estaban recibiendo en términos educativos. Y, sinceramente, me hizo cuestionar si ese era el tipo de aprendizaje que queríamos para ellos.

A finales de ese año, mi esposo y yo tomamos la decisión que había rondado nuestras cabezas durante mucho tiempo: sacaríamos a nuestros hijos del colegio y empezaríamos a educarlos en casa. Así inició la segunda etapa de nuestra historia.

Primeros pasos en la educación en casa: Todo estructurado

Como toda nueva aventura, al principio fue un poco abrumador. Me metí de lleno a investigar, leer, y hablar con otras mamás que ya estaban en este camino. Cada una tenía su propio método, su propio estilo. Nosotros empezamos con un programa muy estructurado, en inglés, que básicamente replicaba el formato del colegio en casa, manteniendo la disciplina académica.

Nos enamoramos de este nuevo estilo de vida. Poder estar con nuestros hijos, enseñarles a nuestro ritmo, adaptar el día a día según nuestras necesidades… ¡era increíble! Tanto nos gustó que comencé a compartir nuestra experiencia en redes sociales y promocionar la educación en casa. Poco a poco, fuimos creando una pequeña comunidad de familias que también estaban en este viaje.

La tercera etapa: Flexibilidad y aprendizaje personalizado

Pero, como te decía antes, la vida no es una línea recta. Lo que al principio funcionaba a la perfección, empezó a quedarse corto. Nuestros hijos crecieron, sus intereses cambiaron, y nos dimos cuenta de que necesitábamos algo más flexible. Empezamos a explorar nuevas metodologías, a dejar que nuestros hijos guiaran parte de su aprendizaje, y a enfocarnos más en lo que realmente importa: que se conviertan en personas curiosas, creativas, y amantes del aprendizaje.

Así fue como llegamos a esta tercera etapa de nuestra aventura educativa. Hoy, personalizamos la educación según las necesidades de cada uno de nuestros hijos, priorizando su crecimiento espiritual y su desarrollo como individuos. Más que memorizar conceptos, buscamos que aprendan a amar el conocimiento y que estén preparados para enfrentar un mundo en constante cambio.

Nace Orange Learning: Un proyecto de vida

Y de este amor por la educación en casa, por la flexibilidad y la pasión por el aprendizaje, nació Orange Learning. Es un programa que mezcla todo lo que hemos aprendido en estos años, basado en biografías inspiradoras y diseñado para ofrecer un aprendizaje flexible y relevante. Es parte de lo que funciona para nuestra familia, y esperamos que pueda ser una bendición para muchas más.

Mi historia es una de cambios, de adaptaciones, de confiar en el plan que Dios tiene para nosotros, incluso cuando no vemos el camino completo. Si te interesa explorar la educación en casa, la fe, o simplemente encontrar inspiración para tu propio camino, estás en el lugar correcto.

Gracias por estar aquí. ¡Vamos juntas en este viaje!